jueves, 7 de abril de 2011

El problema del 3-D.

El primer problema que expondré, y ceo que en principio estaréis de acuerdo conmigo, es el monetario. En esta época el cine es ya de por sí más caro que hace unos años, aún recuero haber visto la secuela de ‘Men In Black’ por más o menos de 4 euros  y ni siquiera fue en el día del espectador. Hoy en día las entradas cuestan alrededor de 6 euros, dependiendo de la parte de España en la que se compren, y eso ya es dinero, sobre todo si uno va en pareja y, cortésmente, insiste en invitar. Pero en 3-D las entradas valen ya más de 10 Euros… incluso con lo que cuesta ahora con eso pillas palomitas y algún refresco. Si vas con pareja e invitas son más de 20 euros mínimo.
Lo sé, la opción más razonable es ‘no invites a una en 3-D’ o quizás ir a ‘pachas’, pero me parece un poco excesivo que dos personas vayan al cine y solo n las entradas te ventiles 20 euros. A lo mejor me quejo mucho pero coño, son 20 euros, con eso puedo hacer una cena en casa y alquilar un peli (Y m sobra para palomitas de microondas). Pero creo que esa no es la gracia del cine.


Mi otro gran problema con el 3-D, y esto es ya un problema más personal que a lo mejor ya no compartís conmigo, es en un concepto técnico de la forma obvia del 3-D. Y ¿Dónde está ese problema?, pues en algo básico de la fotografía: La profundidad de campo. A lo mejor a muchos de vosotros os suena, si disteis física en el instituto en el tema de óptica se suele dar, y sobre todo en lentes. Para los que nos os suene os lo explico rápido, además existen cientos y cientos de artículos relacionados con la fotografía en internet, y para los que no queráis buscar tanto os enlazo a wikipedia.



La profundidad de campo, a grandes rasgos, es el espacio nítido capturado por una lente, quedando todo lo que esté fuera de ese espacio desenfocado. Es algo que se suele utilizar mucho en fotografía (Extiéndase el termino fotografía también al campo del cine), y tiene muchas particularidades. Una de esas particularidades que se suele usar en cine es la de ‘enfocar solo aquello que el director quiere que sea el centro de atención’, ‘desembarazándose, por supuesto, de todo lo que haya alrededor. Los primeros planos la suelen usar mucho, así solo nos centramos en la cara del actor mientras este interpreta los sentimientos del personaje (Para que el resto no nos distraiga, básicamente); en un objeto que es cogido cuando es relativamente pequeño; etc., aunque ningún tipo de plano se priva de la profundidad de campo (Planos generales, medios…). ¿La razón? El uso de los teleobjetivos propicia el uso de la profundidad de campo ya que es la lente ideal para ello, a diferencia de los grandes angulares, que por regla general siempre lo enfocan todo. En cine es algo que me encanta, demuestra la valía de los realizadores con respecto a que saben lo que hacen (Y me refiero, al menos, a cuando están con la cámara grabando). Me parece muy estilizado usarlo ya que permite mayor control sobre la imagen, así como la manipulación del espectador (y con eso me refiero a que se nos conduce a qué mirar y qué ver).
El 3-D, al menos como yo lo entiendo, está hecho para que al ver la pantalla de cine lo que veas parezca que posee las distancias reales de cómo es (O cómo debería ser, porque ‘Avatar’ no tiene mucho de real). O sea, es como observar a través de la pantalla como si esta fuera una ‘ventana’ al mundo donde ocurre la película.

Mi problema, entonces, radica en esa ‘realidad’ con profundidad de campo. Yo nunca he necesitado gafas, nunca jamás, por lo que me parece inconcebible que mis ojos no me permitan ver el mundo enfocado. En una pantalla normal (2-D) no soy totalmente consciente de la profundidad de campo porque esta no forma parte de lo que estoy viendo. Pero cuando el 3-D usa la profundidad de campo en determinadas escenas y el fondo está desenfocado me resulta raro e incómodo. Vamos, que al mirar por esa ‘mágica ventana’ sufro de algo de miopía (por llamarlo de alguna manera), ya que soy del todo consciente de que veo el fondo desenfocado.
Por ejemplo, cuando fui a ver ‘The Green Hornet’ (La última película en 3-D que he visto y a la cual, por cierto, fui acompañado) en determinadas escenas me molestaba de vedad ver los fondos desenfocados gracias a la profundidad de campo. Como si mirase por una ventana, pero a más de 6 metros mi vista se desenfocara. A mí me parece incómodo. Sé que muchos pensareis que es algo estúpido, pero como nunca he tenido problemas de vista me parece algo incómodo. Puede que sea la única persona que tiene esta queja con el cine en 3-D y el uso de teleobjetivos en este, o a lo mejor no. Aquellos que me leáis y tengáis también ese problema por favor decidle al Mayor Tom que no es el único con problemas mentales (y de vista).


El otro problema es el cansancio en los ojos, pero con ese imagino que estaremos todos de acuerdo. Cada cierto rato tenía que quitarme las gafas un momento. A lo mejor esto acaba por generar algún que otro problemilla ocular, claro que me imagino que estos solo afectarían a exposiciones muy prolongadas. ¿A que el 3-D no va a ser tan guay como piensan últimamente en Hollywood?

No hay comentarios:

Publicar un comentario