viernes, 28 de octubre de 2011

Acción no americana.

Sergio Leone dijo que el western nos pertenece a todos como género, pues representa temas universales cómo el amor, la avaricia; además de presentar a personajes que son de igual forma universales. No recuerdo si eso fue lo que dijo exactamente o me lo estoy inventando, pero desde luego me suena.
¿Quién pensaría en Hollywood que un director italiano, con apenas presupuesto y con un actor americano casi desconocido rodaría una película que cambiaría, no solo la forma en que ellos concibieron su género por excelencia, sino que cambiaría para siempre el concepto de héroes y cine de acción? Nadie lo vaticinó.

¿Comedias?, ¿Románticas?

Hace unos pocos días mantuve una levemente acalorada conversación con una amiga sobre lo que representaban las comedias románticas para determinados sectores del público amante del cine. A saber. En los últimos años se ha extendido en la mayor parte de ese público un conocimiento previo, muy cercano a la falacia, de que las comedias románticas son, por definición, malas películas que sólo gustan a mujeres tontas… ¿Mujeres Tontas?, ¡Major Tom!, ¿Cómo puedes decir eso?, pensará alguno. ¡Venga ya!, no es nada que no hayan pensado la mayoría de las personas. Si os dijera lo que mi amiga espetó en contra de esas señoritas os caeríais desmayados al suelo.

Aparente regreso a la soledad.

Tras tomar, hace unos meses, la decisión de crear este pequeño blog en el que plasmaría mis inquietudes a un público tan ínfimo como pudiese ser, tuve un gran problema que va desde viajes al extranjero a vacaciones en las que no había Internet, pasando por problemas de trabajo, estudios y mis otras obligaciones que impidieron que siguiese manteniendo este blog.
Tras menos de un mes soltando mis paridas por la red lo dejé, lo que yo pensé que serían dos semanas y han acabado siendo meses. Sé que nadie me ha echado de menos (Ni siquiera yo lo he hecho), pero debo una disculpa, incluso a mí mismo, pues no quería dejar este blog... Y no pienso hacerlo.
Así que os doy la bienvenida de nuevo a quienes volváis a leerme, que seréis dos o tres. Y me perdono por no haberme pasado por aquí en tanto tiempo.