Tarantino
es una especie de director cuyo trabajo admiro realmente. Da igual lo que haga,
sus películas me han parecido siempre de lo mejor que se suele estrenar. Y es
que su filmografía es, si bien con algunos altibajos, más que envidiable. Una ópera
prima bastante increíble, una segunda película que ha pasado a la historia, una
tercera que en mi opinión es el cénit de su carrera, una cuarta y quinta que
han sido bastante entretenidas, una sexta mejor de lo que la suelen pintar, una
séptima que le trasladó a un terreno diferente… y una octava que le vuelve a
trasladar a nuevos terrenos de los géneros.
Tengo
que reconocer que en un primer visionado ‘Django Desencadenado’ no me pareció
tan buena, pero estimulado por los comentarios positivos y alegando ante un mal
día que tuve en ese instante decidí repetir el visionado al poco tiempo
después. Y sí, ese segundo visionado me permitió disfrutar de la película de
una forma que la primera no pude, sin embargo también me hizo llegar a algunos
fallos que en el primero no había caído.
Antes
que nada hay que ponerse en pie ante los grandes de la función, Christoph Waltz,
Samuel L. Jackson y Leonardo DiCaprio. Los
tres actores acometen tres interpretaciones que prácticamente dejan en ridículo
a Jamie Foxx (Ganador de un Oscar por ‘Ray’, curiosamente), que por una parte
cumple más que bien con su papel, pero por otra no es para nada destacable, a
pesar de ser, en cierta forma, la estrella de la función. Aunque tengo que
decir una cosa, Christoph Waltz me gustó mucho como el doctor Schultz, pero
casi repetía su rol de Hans Landa de ‘Maldito Bastardos’ esta vez del lado de
los buenos… Vamos, dos Oscars por el mismo papel (Es un chiste, queridos). Samuel
L. Jackson crea un personaje tan inquietante como perverso, el esclavo en contra
de los esclavos, un negro tan racista como los blancos, una mala persona, una
interpretación genial (Sin nominación al Oscar). Y el gran Leonardo DiCaprio
consigue crear un personaje que realmente asustaba, alguien que no puedes saber
cuál será su próximo movimiento, una especie de villano de cómic en el siglo
diecinueve, y mal tipo, un despiadado, un grande (Cero nominación).
Hablar
de Leonardo DiCaprio implica comentar el que parece ser el fallo más grande de
la película, ya que tras aquel acto de Waltz asistimos a la última escena de
DiCaprio, en ese mismo instante nos quedamos perplejos, estamos ante el clímax
final, un gran tiroteo tendrá lugar y todo debe resolverse. La historia ha
llegado a su punto más álgido, y toda escena posterior debe ser sólo una
conclusión obvia a la obra que estamos presenciando… Pero Tarantino es
Tarantino, y tras el tiroteo nos alarga una media hora más la película
mostrándonos una larguísima conclusión que, a pesar de todo es muy entretenida
pero que se alarga demasiado sin necesidad. Probablemente esto se deba a que Leonardo
y Waltz ya no están en pantalla y el peso de la trama recae sobre Jamie Foxx, y
no tiene ni la presencia ni el talento de DiCaprio. No digo que Foxx sea mal
actor, absolutamente lo contario, ‘Ray’ es el mejor ejemplo de que es un
grandísimo actor, pero no llega al nivel de los otros dos actores ni por asomo,
siendo un poco pesado en algún aspecto. Por suerte para nosotros no se alarga
demasiado y pronto acaba todo.
En
el apartado musical debo decir que ninguno de los dos visionados me hizo amar
la banda sonora anacrónica de la que hace gala. Temas de otros westerns de
mediados de los setenta y temas de rap compuestos especialmente para la ocasión
me hicieron salirme un poco de la historia. No quiero llevar a nadie a error,
me encantan esos estilos de música, pero en una película de época me recordó a
aquella película de Heath Ledger, ‘Destino De Caballero’, en la que la banda
sonora era tan anacrónica que me sacaba de la historia, igual que aquí. Sin
embargo y con el paso del tiempo he aprendido a que me guste la banda sonora,
incluso me compré dicho álbum hace un tiempo.
Ennio
Morricone no podía faltar en esta ocasión, y a pesar de lo que se pueda
encontrar por internet sobre la relación que mantuvo con Tarantino durante la
producción de Django, su trabajo es bastante aceptable.
Una
cosa que no le perdono, eso sí, es que la película empezase de la misma forma
que lo hizo la de Sergio Corbucci, no es lo mismo, pero la canción y alguien
andando por el desierto no es un homenaje, querido Tarantino. Adoro tus copias
y referencias, pero como absoluto fan de la original he de decir que eso no me
gustó demasiado.
La
trama de la película es bastante buena, un Oscar merecido, que si bien hace
algo de aguas al final no se puede negar el talento de Tarantino en la creación
de historias.
La
aparición Franco Nero como un negrero, Don Johnson y Jonah Hill como uno de los
precursores de ese movimiento que luego se conocería como Klu Klux Klan (En
otra ocasión comentaremos ese comentario de Tarantino en el que deja a estos
señores como unos paletos ignorantes que sólo odian a los negros por un tema
social), la hermosa Kerry Washington como la mujer de Django…
Una
película que merece la pena de verdad.
Esta
crítica viene a cuenta dado que he revisionado recientemente la película de
Tarantino y recordé que no había realizado crítica alguna de ella. De todas
formas y a pesar de pecar de petulante, no puedo dejar pasar la ocasión para
criticar lo que me sale de las pelotas, dejando los comentarios obnubilados
(Obviamente inexistentes) aal margen ya que mi única razón de escribir aquí es
para la satisfacción de mi propio onanismo. Así es señores, reconozco que
escribo por aquí porque me gusta escribir y sentirme bien porque lo he hecho,
no me importa que nadie me lea. Sé que Tarantino, en cierta forma
trascendental, llamémoslo telepáticamente o algo similar, ha escuchado mis
palabras y ahora mismo se ha sentado en su terraza en su mansión de Los Ángeles
a beberse un whisky mientras se fuma un cigarrillo mientras piensa que tengo
razón y que hago esto por mí y sólo por mí. Gracias, Quentin.
El
reciente bombo que ha hecho este caballero por su próxima película, ‘The Hatefull
Eight’ me hace pensar que más que un descontento y no querer hacer la película
para luego echarse atrás y decir que sí lo hará pero cambiando el final, me
hacen pensar que es más una maniobra de Marketing para promocionar su propia
película, que una auténtica pataleta porque alguien se haya enterado de lo que
iba a ir su próxima película.
Y
me parece absolutamente genial que vuelva con el Western (Recuerdo que antes de
empezar a rodar el anterior western deseaba que viniese a Almería a rodar,
hubiese pagado el autobús y me hubiese instalado en las cercanías de su rodaje
acosándole a diario esperando a que me denunciase y recibir una orden de
alejamiento, espero poder conseguir mi sueño en su próximo western), aunque por
ahí leí hace tiempo que su siguiente proyecto podía ser una película de gánsteres
ambientada durante la ley seca. Espero que haga esa película próximamente,
puede ser más que curiosa.
Django
es una película más que destacable, llena de humor e ironía, pero al mismo
tiempo toca un tema de importancia vital, como fue la esclavitud. A la mierda
los ‘políticos Correctos’ (Spike Lee) que creen que la única forma de abordar
ese tipo de temas es a través de la seriedad y el respeto máximo… con ese
pensamiento es mejor que se dedique a los documentales y no a la ficción. Y no
es la primera vez que versa sobre lo mismo, ya que ‘Maldito Bastardo’ hacía
exactamente lo mismo. Tarantino es Tarantino y seguirá siendo Tarantino.
Este póster en plan Spaghetti Western me encanta.
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