Mi
relación con las películas sobre Richard
B. Riddick es un tanto diferente. Recuerdo no haber visto ‘Pitch Black’ hasta tiempo después de
haber visto ‘Las Crónicas de Riddick’.
Yo aún era un mozalbete imberbe y me
pareció un más que digno espectáculo de entretención. Pero no fue hasta el
segundo visionado de ‘Las Crónicas de
Riddick’ en que me interesó saber un poco más y descubrí ‘Pitch Black’, que si bien era un poco
más ‘pequeña’ me pareció bastante mejor.
Siguiendo
la estela de la primera, la mencionada ‘Pitch
Black’, la nueva ‘Riddick’ nos
ofrece una película en una historia bastante más mínima que ‘Las Crónicas De Riddick’, pero de una
calidad que ya quisieran la mitad de producciones de ciencia ficción foráneas.
Sólo una palabra puede definir ésta película de la mejor forma posible: Vin Diesel.
La
auténtica (Y única) estrella de la función es Vin Diesel. Con una primera hora en la que prácticamente no hay
diálogos y el espectáculo es Vin Diesel ante pantallas verdes jugando él sólo. Demostrando
que él es perfectamente válido para llevar el peso entero de una película, y
que los repartos corales de la saga ‘Fast
& Furious’, llenos de estrellas, más las que se están sumando, son sólo
un añadido, porque seamos sinceros, ninguna de las dos secuelas (‘Two fast Two Furious’ y ‘Tokyo Drift’) en las que no estaba
Diesel en el reparto triunfó de forma alguna, siendo Vin Diesel el auténtico
motor que lleva ambas sagas. Se pueden decir muchas cosas sobre la calidad
interpretativa de éste hombre (Aunque en mi opinión hay que ser bueno para hacer
una hora de metraje en pantallas verdes mirando animales imaginarios y no caer
en el más absoluto ridículo) pero ninguna en que es un tío carismático y que
vende (Y bastante más que el resto de repartos de sus pelis).
Tras
una hora de pura imaginación CGI (Sin contar la anecdótica aparición de Karl
Urban, quien sólo aparece para hacer conexión con ‘Las Crónicas De Riddick’) llegan los caza-recompensas en busca de
Riddick. Dos grupos de ellos, unos más profesionales que otros, se presentan en
el planeta en el que Riddick se encuentra, llamados allí por él con el fin de
irse cuanto antes, con el fin de cazarle. Pero Riddick es Riddick, y cual Snake
Plissken, de quien tampoco conocemos su pasado, es un el mejor en lo suyo, sea
lo que sea. Completan el reparto Jordi
Molla, que se lo pasa en grande recibiendo las ostias de Katee Sackhoff, Matt Nable, que una la historia con la de ‘Pitch Black’ aunque de una forma un tanto extraña para su
personaje, Dave Bautista, casi
haciendo una especia de cameo y el auténtico de Karl Urban.
Mejor
que su segunda parte y casi, incluso, mejor que la primera, ‘Riddick’ es un puro entretenimiento CGI
que vale la pena ver, por muchas razones (Una historia cojonuda y emotiva, unos
efectos especiales más que solventes para su presupuesto, ser incluso mejor que
la media de las películas de ciencia ficción que suelen aparecer en el panorama
actual, etc.), pero sobre todo por Vin Diesel, una auténtica estrella. Aún sigo
pensando si habrá una cuarta parte (Creo recordar que grabaron dos partes
seguidas, pero no sé…), espero que sí y que continúen en esta línea. Más que
recomendable, una película reivindable y divertida. Que no pase desapercibida.
PS:
Espero que Vin Diesel haga más películas de ‘Riddick’ y que, si hay suerte, haga la segunda secuela de ‘xXx’.
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