ACTUALIZACIÓN:
Tras unos días después de ver este documental (Dos, para ser exactos) acabo de
ver que el director del mismo, ganador de un Oscar al mejor documental en 2012,
Malik
Bendjelloul ha sido hallado muerto, por suicidio, en Estocolmo. Algo que no
deja de ser curioso ya que hasta sólo hace dos días había huido de este con
mucha ansia. No me hacía gracia la trama y no quise saber nada de él hasta hace
un par de días y decidir verlo. Y después de darle vueltas y querer escribir
sobre él, el mismo día de publicación de esta crítica, el señor Malik Bendjelloul
es noticia otra vez. Una lástima, porque su trabajo me gustó de verdad, y su
trabajo posterior a este podía ser muy bueno. Descanse En Paz.
Graduado
en periodismo y Producción Audiovisual, hijo de un médico Argelino y una
traductora sueca, nacido en Ystad, Suecia, en 1977, sorprendió a todo el mundo
en el año 2012 al presentar una pieza documental que desde luego no dejó a
nadie indiferente. Con críticas variadas, pero sobre todo encumbrantes, se alzó
en la gala de los premios de la academia con el Oscar al mejor documental. ‘Searching
For SugarMan’ narra la búsqueda por parte de unos periodistas e historiadores
sobre un cantante americano que fue toda una revolución en Sudáfrica durante el
apartheid, pero del que nunca jamás supieron nada. El documental es sin duda
una obra maestra y a pesar de su verosimilitud en diversos aspectos de la
realidad, es notable su trabajo para sorprender y acabar la narración de una
forma épica que perdurará en los anales de la historia, tanto de la ficción,
como del documental.
Tras
esto hay una crítica recién redactada sobre el film ‘Searching For SugarMan’ en
la que hay algún Spoiler. Advertidos quedan los incautos, pero tampoco cuento
la película palabra por palabra, y los que no sepan cómo acaba ya tardan en ir
a verlo.
La
primera vez que oí sobre ‘Searching For SugarMan’ fue a través de un pseudo-crítico
en un podcast sobre cine (Uno de los infinitos que se encuentran en la red) y
no puedo describirlo de forma peor, en la que resumía la trama en: ‘un documental sobre un cantante famoso en
Sudáfrica por haberse quemado vivo durante uno de sus conciertos en uno de los
mayores actos de rebeldía de la historia de rock’… si bien es una buena muestra de una parte
de la leyenda, desde luego esa no es la mejor forma de vender un documental de
esta magnitud. Yo no soy quién para desparramar sobre estas cosas, pero desde
luego eso que dijo aquel tipo fue la peor campaña de Marketing que podía hacer,
si lo que quería, desde luego, era que la gente viese la película.
Ese
resumen, obviamente, me hizo huir de la película como de la mierda, ya que me
vendió la moto con esa sinopsis (Y me refiero que me creí que esa era la trama del
documental) y no quería verla; no me atraía en absoluto un documental que fuese
sobre un cantante que se inmoló en un concierto. Y pasaron los años hasta esta
misma semana en la que tras escuchar una canción de Sixto Rodríguez (Cantante
sobre el que versa dicho documental, huelga decir), ‘Sugar Man’ me animé a
verla.
Las
canciones de Sixto Rodriguez son increíbles, de eso no hay duda, y eso me hace
pensar en que en cierta forma el destino pone a todo en su sitio, puede que las
canciones de Sixto no tuviesen el reconocimiento que debería en su momento, pero
hoy en día están en boga.
Moviéndose
un poco en el terreno detectivesco, seguimos a un periodista y un historiador sudafricanos
que se han empeñado en conocer a ‘Rodríguez’ cantante americano que sirvió como
voz a los ciudadanos sudafricanos en la época del apartheid, llegando a ser en
ese país aún más conocido que Elvis o Los Beatles.
Desearía
en este momento poder decir lo que pasa en el documental, en serio, pero desde
luego si aquel imbécil de ese podcast hubiese contado algo más jamás hubiese
sido sorprendido por un documental como lo he sido en esta ocasión, así que me
temo que por una vez El Mayor Tom, cerrará el pico y os enviará derechitos a un
enlace en el que podréis disfrutar del documental si no lo habéis hecho ya, porque
sin duda es más que recomendable y una obvio ganador del Oscar que tan merecidamente
se llevó hace ya dos años (O una edición).
Si
bien es cierto que podemos sacarle muchos reparos, como que Sixto Rodriguez fue
muy famoso en Australia en los setenta, o que en realidad su música sólo la
escuchaban los chicos blancos bien de Sudáfrica, es innegable el increíble
poder narrativo de la cinta y como pasa de una narración casi detectivesca
(Como ya he dicho) a un documental histórico sobre Sudáfrica y su salida del
apartheid, a una profunda trama sobre cómo funciona el mundo de la música, en
la que unos triunfan y otros se olvidan.
Un
último acto reflexivo lo dejo para esa pequeña puntualización, que es el acto
que aquel crítico comentó. Por un lado las leyendas sobre lo que fue el final
de Sixto Rodríguez fueron muchas, desde que se pegó un tiro en un escenario
tras un concierto que iba bastante mal, a que murió por sobredosis, pasando, obvio,
por quemarse a lo bonzo, y en más de un sitio, muchos han resumido el
documental centrándose en la muerte por inmolación de Sixto a la hora de hacer
una sinopsis del documental. Por lo visto esa imagen de las muchas que se dicen
de él (la de un roquero rebelde lleno de adicciones, esperanzas, pensamientos y
deseos, en la que tras un concierto en el que el público parece rechazarle del
todo, decide acabar con todo de una forma épica por la que ser recordado) ha
calado mucho más que las muerte normales por adicción a las drogas que los
cantantes y famosos de nuestra realidad nos tiene acostumbrados. Es sin duda
una reflexión que me he hecho en los últimos días, desde luego un cantante
muerto de esa forma hubiese pasado realmente a la historia de la música precisamente
por ese acto y hoy, todo el mundo, más aun tratándose de un cantante americano,
conocería la historia de Sixto Rodríguez,
el rockero que se inmoló en un concierto.
Película completa en Stream Cloud.
Grandioso documental. Una de las mejores cosas que le ha pasado al género desde hace tiempo. Dicen que dl director se mató porque tenía una depresión fuerte. Las especulaciones comienzan.
ResponderEliminarAbrazos.